20110502



 Amados hermanos y hermanas, intersesores y sostenedores de la Misión PARMA PARA JESÚS, el mes de abril fué muy especial en nuestro ministerio, nuestra salud, nuestra fe.
El lunes 11 me dieron de alta en el hospital, donde me operaron de un cálculo adosado al hígado, el cual me venía produciendo cólicos; el domingo 03 de Abril llegué al mínimo de la tolerancia, muy temprano del lunes 04, Hebe me llevó al hospital donde se me diagnosticó el cólico y se descubrió el cálculo, después de suministrarme sedativos me enviaron a casa a la espera que me llamaran para operarme. El miércoles 06, al medio día nos presentamos nuevamente al hospital, ya que el dolor era insoportable y yo no podía comer nada, me internaron en ese día y el jueves 07 me operaron cerca de las dos de la tarde; la operación salió todo bien y como dije al principio, me dieron de alta el lunes 11 a las 5 pm aproximadamente, no sin antes inyectarme la rodilla con cortisona ya que desde la noche del domingo se presentó un fuerte dolor que me imposibilitaba moverme. El lunes 18 me quitaron los puntos.

Grupo de interseción de la Primera Iglesia Bautista de Puerto La Cruz (Venezuela)
Qué sucedió los días que estube internado???





1.- Compartí la habitación con un pensionado, al cual le amputaron el segundo pié, el primero se lo amputaron el año pasado, me llamó la atención su buen ánimo y nos hicimos amigos, hablamos de la esperanza, del sentido de las cosas y del amor de Dios, se emocinó mucho cuando le regalé una Biblia y se interesó de nuestras reuniones publicas (El culto mensual en Fidenza y la célula); le dieron de alta en el momento que yo entraba a quirófano, me llamó el jueves por la tarde para preguntar cómo había salido todo. Alabo al Señor por este encuentro.
2.- A cada enfermera le hemos regalado un evangelio de San Juan con un anexo que explica los SIETE PASOS PARA CONOCER A DIOS basados en versículos del propio evangelio. Todas, sin excepción, lo recivieron con emoción ya que se les dió despues de hablarles del Amor de Dios para con cada una de ellas. Damos toda la gloria a nuestro Señor Jesucristo.
3.- Desde el jueves en la noche, como vecino de cama, tenía un anciano Albanés que no habla nada de Italiano, lo operaron el viernes 15 de un tumor en el esófago sin muchas esperanzas de sobrevivencia y en la habitación de al lado estaba internada su nieta a quien operaron de apendicitis. Esta circunstancia hizo que nos relacionaramos con gran parte de la familia, todos Albaneses musulmanes, que si hablaban italiano, se pudo ministrar individualmente a los 9 miembros que conocimos; nuestro devocional dominical lo compartimos con uno de ellos y resultó impactado y conmocionado; a otro le regalamos una Bibblia y aseguró que la va a leer y lo que no entienda nos llamará para ayudarle a comprender... Dios abrió una puerta, a Él damos la Gloria...
4.- El jueves en la mañana vino el parroco del hospital, nos saludó, se presentó, rezó un AveMaría y se fué, el viernes antes que comienzara a rezar le pedí que oraramos juntos, lo cual consintió, le pedí orar en el Salmo 139 (en el cuál yo estube meditando esa mañana), le pedí que él lo leyera, le di la Biblia y lo leyó. Como primera reacción dijo: "esto es justo lo que le tengo que decir a una persona que tengo que visitar esta tarde" (sic)... seguidamente dijo: "Que bella traducción (versión)..." se la regalé, la aceptó con expresión de gozo y se admiró que fuera un regalo. Dios sabe su propósito, yo lo alabo.

5.- Hebe se comunicó con Claudio, mi hijo, y le informó de lo que estaba aconteciendo, su reacción fué venir, a Italia, inmediatamente, llegó el martes 12 y permaneció hasta el sábado 30; estuvo todo el tiempo a mi lado atendiendome durante mi convalecencia. Dios es grande y maravilloso, amoroso y misericordioso. Lo alabaré por siempre.
6.- Durante el tiempo que estube en el hospital, del 03 al 11 de abril, Hebe estuvo a mi lado, compartimos la palabra, ministramos juntos, mantenia informados a los que nos visitaban o llamaban, llegaba antes de las ocho de la mañana y se iba a casa poquito antes de medianoche. Nunca dejó de estar a mi lado. Doy gracias a Dios por tan precioso don y a Hebe por su amor y dedicación.
Todos los hermanos del grupo de Fidenza y nuestra familia aqui en Italia, asi como los que estan lejos, estuvieron presentes fisicamente y con llamadas telefónicas diarias en todo momento. Nunca nos sentimos solos.
Amados, testificar del amor de Dios es el gozo más grande que podemos tener; sin embargo esta aumenta cuando podemos ver cómo obra el Espíritu Santo de Dios a través de nosotros.
Quiero agradecer en nombre de Hebe y mio, por todas las llamadas, mensajes, oraciones y ofrendas de amor por parte de ustedes. Es así como Dios nos dice que nos ama y nos confirma en esta misión a la que ustedes y nosotros hemos sido llamados como su pueblo santo y escogido.
Agradecidos a nuestro Señor por ustedes, yo le pido que su gracia, paz y poder esté con ustedes.



SHALOM
Ángel


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