ORACIÓN POR LA IGLESIA PERSEGUIDA
"Sí a Mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán..". Juan 15:20.
No olvidemos a nuestros hermanos que sufren persecución, tortura y muerte. Hagamos lo mejor podemos hacer, ORAR
EMPECEMOS POR CONOCER ¿QUE ES LA PERSECUCION?
Los seguidores de Cristo son perseguidos en todo el mundo por el simple hecho de lo que creen.
En la actualidad, los cristianos enfrentan la realidad de la discriminación en educación, empleos, acosos, divisiones familiares, desalojos, golpes, violaciones, torturas, mutilaciones, encarcelamiento, esclavitud y aún la muerte, en más de 60 países.
Se estima que al menos 200 millones de personas sufren persecución, y otros 400 millones sufren impedimentos legales y discriminación. Hoy día hay más mártires cristianos que en el año 100 d.C, en los días del Imperio Romano. De acuerdo a un estudio realizado en la universidad de Regent en el año de 1.999 fueron martirizados 164.000 creyentes alrededor del mundo. Se estima que serán martirizados 165.000 en la década del 2.000
Cuando usamos el término “Iglesia Perseguida”, con la palabra “Iglesia” nos referimos a las personas que han escogido a Jesucristo como el Señor de sus vidas. La palabra “persecución” se refiere a los sufrimientos mencionados anteriormente.
En algunos lugares hay “persecución activa”, en la que las autoridades mismas toman parte, lo hacen de manera sistemática y funciona de acuerdo a sus leyes represivas y discriminatorias. En otros lugares hay “persecución pasiva”, en la que la persecución ocurre sólo a nivel de la comunidad. La magnitud de la persecución depende de la naturaleza del sistema político.
En algunos países, los cristianos somos protegidos de la persecución aguda gracias a buenos gobiernos y al buen uso de la ley. Pero en los países en los que no se respetan los derechos humanos, los cristianos no tenemos protección y los perseguidores parecen tener un permiso extra-oficial para actuar con total impunidad.
La persecución es, a la vez, un acto de guerra espiritual (Efesios 6:10-18). A través de la persecución, Satanás apunta a enterrar la sal de la tierra (Mateo 5:13), y apagar la luz del mundo (Mateo 5:14-16), silenciar o eliminar a los embajadores de Cristo (2 Cor. 5:20), intimidar y debilitar a los hijos de Dios, y levantar un fuerte en contra del evangelio, separando a los perdidos del Redentor.
Como dice en Hechos 5:17,18 y 6:8-15, los cristianos podemos aún ser perseguidos como resultado de celos o conveniencia política. (Hechos 12:1-3), pero en general somos odiados o perseguidos porque el espíritu del mundo que mora en el hombre caído es incompatible con el Espíritu de Dios que mora en el creyente.
ORACION POR LA IGLESIA PERSEGUIDA:“GUARDANOS DEL MAL”
Oremos por el arrepentimiento y redención de aquellos involucrados en el mal contra la Iglesia (Gálatas 1:23) y por la intervención de Dios contra sus malvados planes (Salmos 146:9).INTRODUCCIÓN
Algunos males específicos que contribuyen de forma significativa al sufrimiento de la Iglesia perseguida:
Rechazo de la libertad religiosa
Movimiento Global de la Jihad Islámica
Proliferación Global de pequeños núcleos de destrucción masiva
Rechazo de la libertad religiosa (ver Visión Global)
Movimiento Global de la Jihad Islámica
El movimiento global de la Jihad Islámica rechaza la libertad y se propone someter al mundo entero bajo el dominio del Islam y la sumisión a la Sharia, si fuese necesario, a través de la guerra santa (jihad). Esta ideología divide a los musulmanes: a muchos les repulsa, pero otros son radicales. El elemento radical está trayendo un gran sufrimiento al mundo y está amenazando la continua existencia de cristianos en muchos lugares.
Este movimiento está promovido por:
Educación: La ideología fundamentalista (wahhabista) se difunde por Arabia Saudí mediante canales patrocinados por el estado con un índice muy elevado. El material es medieval, pro-Sharia, pro-jihad, anti-semítico, anti-Oeste y anti-Cristiano. Se exporta a las mezquitas islámicas, madrassahs, escuelas, internados, así como a los departamentos de Estudios Islámicos de las Universidades en todo el mundo, desde Pakistán hasta Asia, África, Estados Unidos y Europa. Ésta es la principal fuente de la ideología radical islámica que alimenta a muchos musulmanes y en la que ellos ponen sus raíces. El militarismo, la jihad, el odio religioso y el terrorismo fluyen de aquí.
Entrenamiento militar. La exitosa Jihad en Afganistán contra los rusos promovió el nacimiento de los movimientos militantes modernos. Esto fue el nacimiento de al-Qaeda. En la actualidad, muchos entrenamientos de la Jihad tienen lugar en Iraq, el Cáucaso, el Medio Este, Afganistán, Indonesia, Bangladesh y el Sudeste de Filipinas. También hay otros numerosos campos alrededor del mundo, incluyendo Occidente.
Logística, fondos y reclutamiento. La mayor parte de este ciclo de terror tiene lugar en Occidente, donde los islamistas explotan las libertades occidentales, la ignorancia y la corrección política para avanzar su agenda radical.
Proliferación global de pequeños núcleos de destrucción masiva.
El mundo está inundado de pequeños núcleos de destrucción masiva. Cuando los cristianos son asesinados, normalmente es con rifles y pistolas, así como bombas fertilizantes. Estos pequeños núcleos están causando destrucción masiva en todo el conflicto religioso y la Jihad islámica amenaza al mundo. Treinta y tres millones (33,000.000) de balas se producen diariamente en todo el mundo (Oxfam). Los conflictos mundiales se alimentan con este comercio. Orad por las municiones ilegales y los núcleos de destrucción.
Podemos orar por la interrupción del ciclo de terror y el comercio ilegal de armas pequeñas. Esto puede parecer muy poco sofisticado, pero ayudará enormemente a millones de nuestros hermanos y hermanas cristianos que se levantan cada mañana preguntándose si ellos o sus seres queridos sobrevivirán ese día sin ser detenidos, pegados, violados, apuñalados, disparados o bombardeados por causa de su amor a Jesús.
Una oración por la Iglesia Perseguida:
“¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía! El señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! Invoco al Señor, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos.” (Salmos 18:1-3 NVI)
Oh Señor nuestro protector, guárdanos del mal.
Dios Soberano y Santo, nos maravillamos ante tu obra entre las naciones y confiamos en ti. Al traerte nuestras peticiones, por favor perdona nuestros pecados, no tengas en cuenta nuestras debilidades y escucha y contesta nuestras oraciones por tu reino y tu gloria.
Oremos hoy por nuestros hermanos y hermanas que aman con tristeza, trauma y temor; y que viven con dificultad, discriminación y persecución porque han adoptado tu nombre y son cristianos en un mundo que odia a Cristo.
Ponemos delante de ti a nuestros hermanos y hermanas perseguidos cuyas vidas y seguridad están diariamente amenazadas. Traemos delante de ti especialmente a aquellos que están en prisión y aquellos que están tildados de “apóstatas” y sentenciados a muerte por haberse vuelto hacia Jesús.
Señor nuestro protector, guárdanos del mal.
Ponemos delante de ti a nuestros hermanos y hermanas cuyas vidas se han roto por la represión religiosa, el violento odio religioso y la jihad, para que enfrenten la lucha diaria por mantener la fe, esperanza y gracia para perdonar, mientras Satanás ataca sus corazones y mentes.
Señor, nuestro protector, refuerza su fe y guárdalos del mal.
Ponemos delante de ti a los que, debido a la ignorancia, ceguera, interferencia demoníaca y pecado, están en contra de la Iglesia y son meramente pecadores en necesidad del Salvador.
Señor nuestro protector, condena su pecado y apártalos del mal.
Ponemos delante de ti a todos los que profesan a Cristo pero que son débiles, tibios, poco compasivos, no regenerados, temerosos y perezosos. Señor, que tu espíritu les haga despertar, revivir, reformarse y nos motiven a buscarte y seguir tu llamada en nuestras vidas como embajadores de Cristo, sin importar el coste personal.
Señor nuestro protector, perdona nuestros pecados y guárdanos del mal.
Nos dirigimos a ti, el único Dios viviente, el Dios soberano todopoderoso para el que nada es imposible. Te pedimos que tú, el Dios de paz [Hebreos 13:20], intervengas en los conflictos de este mundo. Te pedimos especialmente que “frustres los planes del malvado” [Salmos 146:9] y que interrumpas, pongas en evidencia y destruyas los planes de terror y el comercio ilegal de armas y municiones. Pon fin a este comercio; rompe sus fundamentos y borra sus raíces; interrumpe su proceso por tu reino y gloria.
Señor, que tu espíritu envuelva a tu Iglesia y haga que predique el evangelio. Que abunde la convicción de pecado, que brote la rectitud, que los perseguidores de la Iglesia sean transformados en predicadores del evangelio [Galatas 1:23], que la libertad llene la tierra para que el sembrador se adelante al segador y que todo el que lo vea se regocije en el Señor.
Te damos gracias por tu gracia y misericordia.
Guárdanos del mal Oh Señor nuestro protector, de forma que vivamos para servirte, por tu reino y Gloria. En el nombre de Jesús. AMÉN.
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