Una tormenta eléctrica, truenos, viento huracanado y una lluvia incesante rompieron el silencio de la madrugada. Mas no llegó repentinamente. Muchas fueron las señales el día previo. Cielo gris, olor a humedad y viento, entre otras.
Así que tomamos algunas precauciones. Sin embargo, un rayo cayó sobre el trasformador eléctrico dejando sin luz a una parte de la ciudad. En medio de la noche nos levantamos y volvimos a tomar precauciones. Por ejemplo, desconectamos todos los aparatos eléctricos.
Y llegó la mañana. La electricidad volvió (alguien se encargó de arreglar esa situación) y el sol brilló nuevamente. Había pasado la tormenta.
Jesús nos promete que en todas las tormentas de nuestras vida él estará presente para darnos paz. Que su Palabra es lámpara a nuestros pies. Que debemos fijar los ojos en él; que debemos aprender a tomar precauciones ante las señales, meditando en su Palabra y manteniéndonos firmes en la fe con la esperanza de su regreso, de verlo cara a cara, a El que es el lucero de la mañana. Que luego de tomar esas precauciones debemos entender que Él obrará. Que Él tiene el control.
Y pasará la tormenta y veremos de nuevo la luz.
Alabemos a Dios porque:
En todo momento nos podemos presentar ante El en el nombre de Jesús y por su Espíritu Santo que traduce nuestras oraciones delante de su trono.
Nubes de tormenta cubrieron los “cielos” de Chiesa di Parma, pero con los ojos fijos en Jesús, firmes en sus promesas y sostenidos por las oraciones de ustedes, estamos viendo los rayos de sol aparecer.
Este mes hemos tenido dos servicios de oración comunitaria de arrepentimiento dónde hemos venido como cuerpo de Cristo a reconocer que somos pecadores redimidos por gracia y que hemos pecado contra El. Hemos confesado nuestros pecados los unos a los otros. Hemos pedido perdón y hemos visto la gloria de Dios y la llenura de su Santo Espíritu devolviéndonos el gozo de su salvación.
Las células de oración en los hogares son de edificación, sanidad y comunión fraternal.
El Señor nos ha bendecido permitiendonos bautizar tres hermanos mas.
Vemos la mano de Dios en las vidas de los hermanos y hermanas en restauración.
Vuelven a brillar con la luz de Jesús y se estan sanando y reestableciendo las relaciones personales.
Para la gloria del Padre hemos sido testigos de la conversión de una amiga que frecuenta los domingos el culto en la iglesia. Ahora es una nueva criatura y hermana en Cristo.
En nuestro hogar tenemos necesidades económicas pero el Señor provee a través de ustedes y en maneras milagrosas.
Estamos realizando gestiones para la solicitud de la ciudadanía italiana de Hebe y el Señor está usando como instrumentos a la mamá de Hebe y a una hermana de la Primera Iglesia Bautista de Puerto Cabello, Venezuela, para el recaudo de algunos documentos que hacen falta.
Oremos por:
Unidad en el espíritu y sanidad de la congreación; y por visión de los líderes de la iglesia.
Por el ministerio de alabanza que en estos momentos está en “Selah”, es decir, en meditación y busqueda de la voluntad del Padre.
Por los recién bautizados y la nueva creyente. Que puedan crecer firmes en Cristo y por nosotros para que seamos
Por más sostenedores intercesores y sostenedores financieros de Parma para Jesús.
Oremos porque se levanten las restricciones económicas y puedan llegar los recursos completos a todos los misioneros venezolanos en el mundo.
Amados con un fuerte abrazo nos despedimos de ustedes deseándoles paz en medio de las tormentas. Es Dios nuestro único refugio (Salmo 62:5-8).
Nuestros corazones laten junto a los de ustedes.
Chiesa Evangelica di Parma y nosotros les bendecimos y saludamos en el amor de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Ángel Sebastiani y Hebe
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