20080116

Salmo 51: 7


Esa noche vimos por primera vez una nevada y nuestra boca se llenó de alabanzas a Dios. Salimos como niños a recorrer la ciudad y en su Palabra oramos por la gente mientras recorriamos las calles: Señor purifícanos con un hisopo y seremos limpios; lávanos y seremos mas blancos que la nieve. Haz lo mismo con las personas de esta ciudad.

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